Lambda: λ
Uno de los parámetros más importantes de la lana mineral que determina su calidad, espesor y precio es el denominado Lambda λ. Se trata del coeficiente de transmitancia térmica expresado en unidades Si como λ=W/(m*K) donde W es Wat m-metro K-Kelvin. Nos dice cuánta energía térmica es capaz de pasar a través de un espesor determinado de material en un tiempo dado. Es importante recordar que cuanto menor sea la lambda, mejor. Podemos utilizar un material más fino que funcionará igual o mejor que un material más grueso con un lambda más alto. En el caso de los productos de mayor calidad, λ=0,030.
La densidad:
Otro parámetro que podemos encontrar en la documentación técnica de un producto de lana mineral es la densidad. La densidad se expresa en Kg/m3. En términos más sencillos, este parámetro nos indica cuánto material estructural, es decir, fibras minerales, hay en un determinado espacio del producto acabado. Tiene una gran repercusión en las propiedades estructurales del material, como la resistencia a la compresión o a la tracción, y en la carga puntual a la que podemos someter nuestro material. También tiene una importancia considerable cuando se trata del peso del producto acabado. La densidad típica de la lana mineral oscila entre 20 kg/m3 y 180 kg/m3.
Para la lana de vidrio es de 10 kg/m3 a 150 kg/m3.
La densidad de la lana de roca se traduce directamente en la conductividad térmica del material porque, como ya sabemos por las subsecciones anteriores, el aire atrapado entre las fibras de roca es el responsable de la capacidad aislante de la lana.
Carga puntual:
Uno de los parámetros que puede encontrar al leer la documentación técnica de las lanas minerales es la carga puntual. Este parámetro resulta, por así decirlo, directamente de la densidad de la lana mineral. Podemos suponer que los productos más densos, es decir, con un mayor número de fibras en una unidad de volumen dada, pueden estar sometidos a una mayor carga puntual. En detalle, la metodología de atestación del material está regulada por la norma PN-EN 12430. El ensayo consiste en medir la fuerza que aplicamos a un área de 79,8 mm de diámetro para que la muestra de material se desvíe 5 mm.
La lana mineral para tejados puede soportar cargas de 200-700N (10N=1kg).
Rigidez dinámica:
La rigidez dinámica es un parámetro que informa sobre la absorción de energía debida a la aplicación de una fuerza de carácter impulsivo, el llamado impacto. Este parámetro influye directamente en las cualidades acústicas de la lana mineral, lo que es importante, por ejemplo, en los suelos flotantes.
La lana mineral tiene valores de rigidez dinámica de 5-50 MN/m3.
Resistencia a la compresión:
La resistencia a la compresión es un parámetro que nos indica a cuánta presión máxima (en kPa) podemos someter una muestra de material antes de que falle, es decir, se deforme permanentemente.
La resistencia a la compresión del cartón de lana mineral es de hasta 100 kPa.
La resistencia a la compresión del cartón de lana de roca laminar es de hasta 400 kPa.
Resistencia a la tracción:
La resistencia a la tracción nos da la fuerza que hay que aplicar para que el material sufra una deformación permanente, es decir, se estire de forma que no vuelva a su tamaño original. Esto ocurre cuando se supera el llamado punto elástico, más allá del cual las fibras se desgarran permanentemente. El estado extremo es la ruptura completa del material.
La unidad es kPa.
Resistencia al cizallamiento:
La resistencia al cizallamiento es un parámetro expresado en kPa que indica la fuerza aplicada a lo largo del panel que provoca su rotura entre planos. Este parámetro es muy importante, especialmente para las fachadas en las que existe una carga de cizallamiento causada por la capa de yeso.
En el caso de la lana de roca laminar, es de hasta 300 kPa.
Formaldehído:
En el proceso tecnológico de producción de lana mineral, las fibras producidas se mezclan con un agente de injerto, conocido como aglutinante, para unirlas antes del proceso de prensado. En la mayoría de los casos, el agente injertador son resinas de urea-formaldehído. El formaldehído es un conservante muy utilizado en la industria cosmética y un desinfectante. Podemos encontrarlo en el rímel, el esmalte de uñas, los desodorantes, etc. También podemos encontrarlo en muchos productos industriales como barnices, chapas y antiespumantes. El formaldehído es tóxico para el hígado, la piel y el sistema respiratorio e inmunitario.
Por ello, muchos fabricantes de lana mineral están modificando el proceso tecnológico para minimizar o incluso eliminar por completo la presencia de formaldehído en el producto.
Acústica:
Alfa w- αw(coeficiente de absorción acústica ponderado): índice, expresado mediante un único número, que describe la absorción de las ondas sonoras incidentes sobre una superficie al azar, determinado de conformidad con la norma EN ISO 11654. En este método, para los valores medidos con arreglo a las normas EN ISO 354 y EN 16487, se calcula la absorción para la banda de ancho de octava para las frecuencias de 250, 500, 1000, 2000 y 4000 Hz, que se registra en forma de gráfico. A continuación, se aplica al gráfico una curva de calibración, que se aproxima gradualmente a la curva resultante de las mediciones hasta obtener un "mejor ajuste". El valor alfa w resultante oscilará entre 0,00 y 1,00 y siempre será múltiplo de 0,05. Por ejemplo, el alfa w puede ser 0,65.
Lana con velo:
Una capa de velo de vidrio rigidiza los paneles e impide que el aire que circula por el espacio de ventilación expulse el aire de la estructura de lana.
Lana laminar:
En la lana laminar, las fibras están dispuestas perpendicularmente al plano del tablero, lo que hace que dicho tablero sea más flexible y se adapte mejor a la pared. Además, esta disposición de las fibras hace que el tablero sea más resistente a la compresión y al estiramiento.
